Fotos: Maxi Marinucci
TXT: Seba Chacón
Si tuviésemos que resumir la historia del surfing a través de no más de diez surfistas, es una fija que Tom Curren no podría faltar en la enciclopedia de los popes del surf universal. Este californiano es uno de los personajes más carismáticos y enigmáticos del mundillo del surf, su legado sigue vivo y el apellido sigue en las plumas de la prensa especializada gracias a la figura de LeeAnn, su hija que está llamada a ser una de las grandes figuras del WCT.
Tom Curren nació el 3 de julio de 1964 en Newport Beach (California) y a los seis años puso por primera vez sus pies sobre una tabla, una consecuencia lógica y natural de la influencia de su padre, Pat Curren. A la edad de 14 años ganó dos campeonatos nacionales y el Campeonato Mundial Junior de la ISA en 1980.
La australiana Rip Curl no hizo oídos sordos a los comentarios que llegaban desde el Golden State y decidió fichar por una suma de U$S 40.000,00 a Curren cuando todavía era un amateur. El olfato no falló, y el maestro del estilo se convirtió en el primer surfista norteamericano en cortar la racha ganadora de los australianos.
En 1985 el hijo de Pat se convirtió en el primer estadounidense en ganar el tour de la ASP y un párrafo aparte merece la batalla con Occy en Bells Beach, fecha donde al comando de la Black Beauty demostró madera de campeón y encendió una de las rivalidades más clásicas en la historia del surf mundial.
Al año siguiente repitió la hazaña y volvió a quedarse con el título después de batallar a lo largo de 21 eventos.
El fin de la colorida década del 80 encontró a Curren en una búsqueda de olas y tiempo libre alejado de las competencias, el resultado fue “Rip Curl The Search”, una saga de videos en donde el Style Master aparecía en olas perfectas enfundado en neopreno flúo y demostrando cómo marcar línea en cualquier tipo de ola.
La historia de Curren alcanzó su punto más alto en 1990, mientras muchos anunciaban el retiro definitivo del hombre de Santa Bárbara, Tom volvió de los Trials y se quedó con su tercer título mundial. El mundo estalló y los ríos de tinta se bifurcaron por incontables páginas de revistas especializadas que dieron cuenta del glorioso retorno de este auténtico pura sangre.
Establecido en Santa Bárbara (California), lugar donde forjó su reputación gracias a esos cutbacks de precisión quirúrgica y en donde hoy se encuentra el “Tom Curren’s Rip Curl Store”, Tom sigue viajando en busca de olas solitarias. Casado con una panameña, es padre de cuatro hijos (después de dos matrimonios) y un entusiasta guitarrista.
Con motivo del “Clash of the Icons”, evento organizado por Billabong y que volvió a enfrentar a Curren con Occy en el marco del J – Bay Pro del 2009 en Sudáfrica, el fotógrafo argentino Maxi Marinucci (editor fotográfico de Surfpress) tuvo el gusto de compartir unos cuantos días con el hijo pródigo del surfing californiano.
“Tom curren llegó el mismo día que llegue yo, una semana antes del evento, con su mujer panameña y su hijo varón más chico. Se alojaban a una cuadra del point en Supertubos y su paso obligado por la puerta de mi hospedaje hizo que uno de los días gracias al olor a asado al estilo argentino mirara para el departamento nuestro, y ahí le dije que tenía unas fotos del Clash of the Icons y que quería regalárselas. Agradeció mucho las fotos y nos contó que antes del Billabong había estado en Durban, el evento terminó antes de la fecha de caducidad del período de espera y se quedó igual varios días más para poder surfar con poca gente.
Muy tranquilo de carácter y muy humilde, un placer pasar varios días en J-Bay con un ídolo de mi época. Siempre con la misma ropa los 10 días y solo para todos lados salvo cuando salía con su familia, adicto al biltong (una clase de carne de ciervo seca al sol) comprábamos la comida en el mismo súper. Nos sacamos fotos juntos y los 2 trajes que dejó en mi casa antes de viajar, uno lo tiene mi hermano y el otro Gonzalo, el primo de Luisma Iturria, nuestro amigo uruguayo que trabaja en J-Bay en el invierno”. Maxi Marinucci.