TEAHUPOO NUNCA ESTUVO TAN CERCA DE PARÍS

La antorcha olímpica suma los últimos kilómetros hasta su destino final, París. Cuando la llama olímpica se encienda, el mundo estará pendiente de todo lo que pase con el  medallero, y especialmente atento al nacimiento de nuevas estrellas. El mundo del surf no será ajeno a estas expectativas.

Los Juegos Olímpicos 2024 serán verdaderamente especiales. Teahupo’o resume todo lo que uno espera de una ola, y desde siempre ha puesto a prueba a lo más bravos guerreros. Historias de todo tipo se han escrito sobre el Muro de Calaveras. También es cierto que estos Juegos llegan especialmente a tiempo, justo cuando el WCT empalidece en busca de nuevas y desatinadas formas en pos de la masificación.

Un ignoto en este tipo de olas, como el alemán Tim Elter y un experto como John John Florence (por citar los dos extremos del cuadro), irán por todo cuando el bocinazo inicial marque el comienzo de la disputa olímpica. Los clasificados a través de ISA y los que llegaron a través de WSL, serán los encargados de medirse en un escenario cambiante, desafiante y donde el riesgo espera agazapado en la textura del temido arrecife.

Mucho se ha hablado de las condiciones para la ventana de espera, sin embargo, en las olas se cuentan los puntos. El comentódromo susurra los nombres de Medina y Florence, como serios candidatos. ¿Habrá lugar para las sorpresas? ¿Será la consagración de Toledo en la ola que nunca le quedó cómoda?

Cuando el fuego de París caliente el mar de Tahití, será el fin de las especulaciones y momento de disfrutar lo que tanto esperamos.