Intentar explicar por qué surfeamos supone un gran esfuerzo, especialmente para quienes hemos logrado naturalizar el Surf, tanto en su práctica como en nuestros pensamientos. Quizás la respuesta al por qué surfeamos haya que buscarla en los distintos significados que guarda y representa el Surf, más allá de cualquier definición convencional que se haya escrito desde la llegada del navegante James Cook a Hawaii en 1778.
Lito Antífora, shaper e hijo del mítico Ángel Antífora, nos explica por qué surfea.
“El surf en mi vida entro de prepo, no conozco una realidad sin surf, dada la historia de mi familia en el deporte, ¡creo que un poco más y el colchón de la cuna era de foam!..
Creciendo en un entorno donde las tablas y la playa eran moneda corriente, el surf no dejó de deslumbrarme como para armar mi vida de manera surfocéntrica… ¡Todo gira en torno al surf!
Todo lo que soy, las amistades, el trabajo, hasta la música, vino de la mano de este deporte que no solo es pararse en una tabla e ir con la ola.
Cada vez que entro al mar por más que pase el tiempo, vuelvo a sentirme como un chico jugando y eso es increíble, revolcarme en una espuma, explorar movimientos nuevos, compartir (ya que siempre la paso mejor cuando el surf lo comparto), ir solo está bueno para encontrarse con uno, pero la diversión surge cuando lo compartís, y después charlás de esas olas surfadas y ni hablar si salieron tubos”.