“LA MAYORÍA DE SURFERS EN ESPAÑA AFIRMAN NO PERTENECER A NINGUNA ORGANIZACIÓN MEDIOAMBIENTAL Y DECLARAN QUE TAMPOCO FORMA PARTE DE SUS OBJETIVOS, AUNQUE EN ÚLTIMO TÉRMINO RECONOCEN SER RESPETUOSOS CON EL MEDIO AMBIENTE”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El aumento de la concienciación social que desde hace algunas décadas practican las cada vez más numerosas asociaciones y organizaciones medioambientales, también llega a las playas españolas, y concretamente a las escuelas y asociaciones de surfers, que con la contribución de otras asociaciones en el ámbito europeo, están poniendo en marcha, movilizaciones y actividades relacionadas con la limpieza de las playas y la protección de los litorales y océanos.

 

Con la llegada de la primavera y el aumento de la tensión global debido al clásico conocido como cambio climático, algunas estructuras sociales relacionadas con el mundo del Surf, empiezan a trabajar con el fin de proteger nuestras playas. Y es que por todos es conocido, el gran impacto medioambiental que estamos sufriendo debido, en gran medida, al crecimiento de la población mundial, los avances tecnológicos y el crecimiento económico de los países desarrollados.

 

Dave “Rasta” Rastovich, conciencia ecológica y surf a montones.

 

La puesta en marcha de iniciativas en contra del deterioro de nuestro medio está de moda. Declararse defensor y respetuoso con el medio ambiente, nos hace ser mejor personas y  quedar con veinte amigos con el fin de recoger la basura que otros han dejado en nuestras playas, puede hasta hacernos sentir mejor. A golpe de camisetas, gorras, música y refrescos, se organiza una buena tarde de limpieza, sol y olas. La idea a priori, no pinta mal. Pero de ahí a declararse defensor del medio ambiente, afiliarse a una organización o entender realmente que significa eso del ecologismo, hay un gran salto. Y es que las cifras no son muy alentadoras. La gran mayoría de Surfers en España, no pertenece a ninguna organización medioambiental, y tampoco pretende afiliarse en el futuro. De aquellos que alguna vez han participado en alguna recogida de residuos, la gran mayoría no sabe dónde serán depositados. Y es que de nada sirve que limpiemos nuestras costas, cuando se desconoce la ubicación de los vertederos o cuales son los países receptores de tan hermosos presentes.

 

La concienciación, comienza por la prevención. Y aunque el medio ambiente está de moda y todos nos declaramos defensores de nuestras playas, todos seguimos contribuyendo a su deterioro.

 

Desde el coche que utilizamos para los desplazamientos a nuestras playas, el portátil donde vemos las previsiones de olas y hasta las motos acuáticas para los campeonatos de Surf, son contaminantes. Pero, ¿cuál es el precio que estamos dispuestos a pagar?

 

Lorraine de D.

 

Lorraine de D: Socióloga, escritora y viajera incansable. Dejó su tierra natal en busca de nuevos horizontes y nuevas experiencias que dotaran de sentido, su incansable sed de conocimiento. Fue al llegar al Sur de España y concretamente a playas malagueñas y gaditanas, donde se topó de lleno con la increíble cultura del Surf. Y le pareció tan fascinante, que no pudo contener las ganas de practicarlo. Interminables tardes de olas, bañadas por hermosísimas puestas de sol, en ambientes joviales y bohemios, la llevaron a querer saber más sobre aquella cultura, que empezaba a desarrollarse cada vez con más fuerza, entre la sociedad costera española. Y el mejor lugar para seguir con aquel ímpetu investigador, que la acompaña en cada uno de sus viajes, fue trasladarse a la cuna por excelencia del Surf en España. Cantabria, Asturias y el País Vasco, le mostraron la otra cara del Surf, todavía desconocida para ella.

 

Campeonatos nacionales e internacionales como el de Bodyboard de Llanes o el Billabong Pro de Mundaka, famosa por tener, la ola izquierda más larga de Europa, así como el contacto directo con los surfers de competición, le dieron valiosísima información, con la cual está realizando sus propios artículos desde el prisma del análisis sociológico y la mirada del viajero que no tiene límites, ni temporales ni espaciales.

 

Lorraine también escribe otro tipo de temáticas que le proporcionen algo donde investigar, gracias a las cuales, fue ganadora del concurso de relatos viajeros, al relato más original en julio de 2009.