Fotos: Leo Gabriel

LA MAYORIA DE SURFERS PERNOCTAN EN FURGONETAS Y HAN DE CONFORMARSE CON ESTANCIAS CORTAS, DEBIDO AL ALTO PRECIO DE LOS ALQUILERES DE LAS LOCALIDADES COSTERAS EN LOS MESES DE VERANO.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si juntamos el precio de los accesorios del Surf, con el precio de la gasolina para los viajes, el precio del alojamiento en los lugares costeros junto con el precio de la manutención de esos días, Surfear se vuelve casi un deporte o afición exclusiva para los habitantes locales o para los bien situados en la escala económica. Y es que si de algo puede presumir el Surf, es de ser una afición bastante cara.

 

Millonario en tiempo.

El sueño de viajar en busca de las mejores olas o de los lugares más paradisíacos para surfear, desgraciadamente, apenas está al alcance de unos pocos. Y si a eso añadimos el deseo de poder disfrutar de esos maravillosos días con la pareja o la familia, las oportunidades ya se convierten en casi inaccesibles.

 

La vivienda o alojamientos turísticos en las costas españolas, empiezan a frotarse las manos con la llegada del verano. A esto se añaden nuevos propietarios que engrosan sus bolsillos basándose en alquileres desorbitados para apenas unos días de disfrute del surfero. De este modo, las opciones más utilizadas para los surfers que se mueven en solitario o con amigos, son la adquisición de furgonetas, caravanas o alojamiento en camping. De ahí que a muchos se les confunda con el estereotipado hippie. Pero en realidad, ¿existe acaso alguna otra posibilidad para los que buscan un lugar esporádico para alojarse y permanecer más de una semana en perfecta armonía con el mar y con los preciosos paisajes? Si incluso se les prohíbe alojarse en suelo público o acampar en la playa.

 

Absolutamente imposible. El Surfer puede ser visto entonces desde dos puntos de vista: un seguro a corto plazo para bienes gananciales de propietarios espabilados, o por el contrario, un estorbo que ocupa parcelas de terreno público, con su furgoneta, y que molesta al vecino que busca lugar de aparcamiento.

 

Tomando mate en Europa, un pasaje de la  vida de Furgo.

De una forma u otra, Surfear, no es tan solo llegar al pico de la ola y cabalgar sobre ella. Para llegar, habrá tenido que sortear ciertos inconvenientes, que con suerte le permitirán disfrutar de un buen día, y quizás durante una semana. Si es que su economía se lo permite. Con lo que concluyo que una vez más y tristemente, al igual que casi todo en este mundo, Surf es igual a dinero, y esto último es un bien de lujo que empieza a escasear en los bolsillos de muchos hogares.

 

Lorraine de D.

 

Lorraine de D.: Socióloga, escritora y viajera incansable. Dejó su tierra natal en busca de nuevos horizontes y nuevas experiencias que dotaran de sentido, su incansable sed de conocimiento. Fue al llegar al Sur de España y concretamente a playas malagueñas y gaditanas, donde se topó de lleno con la increíble cultura del Surf. Y le pareció tan fascinante, que no pudo contener las ganas de practicarlo. Interminables tardes de olas, bañadas por hermosísimas puestas de sol, en ambientes joviales y bohemios, la llevaron a querer saber más sobre aquella cultura, que empezaba a desarrollarse cada vez con más fuerza, entre la sociedad costera española. Y el mejor lugar para seguir con aquel ímpetu investigador, que la acompaña en cada uno de sus viajes, fue trasladarse a la cuna por excelencia del Surf en España. Cantabria, Asturias y el País Vasco, le mostraron la otra cara del Surf, todavía desconocida para ella.

 

Campeonatos nacionales e internacionales como el de Bodyboard de Llanes o el Billabong Pro de Mundaka, famosa por tener, la ola izquierda más larga de Europa, así como el contacto directo con los surfers de competición, le dieron valiosísima información, con la cual está realizando sus propios artículos desde el prisma del análisis sociológico y la mirada del viajero que no tiene límites, ni temporales ni espaciales.

 

Lorraine también escribe otro tipo de temáticas que le proporcionen algo donde investigar, gracias a las cuales, fue ganadora del concurso de relatos viajeros, al relato más original en julio de 2009.

 

Su sueño, tener una furgoneta  y los recursos necesarios para seguir viajando junto a su pareja y recorriendo las playas y lugares más hermosos de todo el mundo, con el único fin de empaparse de miles de experiencias, surfear olas con mar de fondo perfecto y disfrutar del placer de escribir por escribir.