Hernán “Canty” Ramos
Presentado por Rip Curl
Entrevista: Sebastián Chacón
De todas las cosas posibles que uno puede conseguir por acá abajo, la amistad de ciertas personas es algo que hace el tránsito mucho más confortable, especialmente en momentos donde la esperanza no abunda, y tal como afirma el muy bueno de Stevie Wonder en su última canción: Can’t Put In The Hands Of Fate, ciertas cosas no se pueden poner en manos del destino; más vale ponerlas al calor de las buenas acciones para que perduren y mejoren con el tiempo.
Hernán “Canty Ramos es quizás (y afortunadamente) uno de los secretos peor guardados de Necochea. Su fotografía habla de su playa natal y su búsqueda siempre ha pasado por agudizar el enfoque de todos esos lugares que destilan un poco de lo que uno es.
A principio del 2020, el corazón le jugó una mala pasada. Como buen contador de historias que es, Ramos seguramente logró primerear a la huesuda con una serie de preguntas: ¿Habiendo tanto timador dando vueltas, me venís a buscar a mí? ¿No te parece que estás un poco fuera de estado para cargarme? Pensálo, mirá que si te descompensás no pienso llamar al SAME. ¿Sabés que conozco una pizzería buenísima que deberías conocer antes de perder tiempo conmigo? Y cosas por el estilo que no me ha contado, y que tampoco publicará en sus redes sociales porque es consciente que todos nos merecemos nuestros 15 minutos de anonimato. Y como es un tipo que predica con el ejemplo, lo pone en práctica.
Hernán Ramos, o Canty para los amigos, nuestro invisible de la semana.
¿Qué cosas fueron las que más te sorprendieron durante los últimos años en materia de avances tecnológicos en fotografía?
En un principio, creo que el menos esperado, aunque suene raro el “teléfono móvil” si bien los avances en materia de fotografía siguen logrando automatismos y calidad de imagen superlativa, el haluro de plata, un buen lente Leica fueron y son al día de hoy la fórmula de la Coca Cola.
¿Cómo cambió tu enfoque sobre la vida después del gran susto?
Nada más literal que un nuevo enfoque, aunque esta vez en materia de vida en movimiento. Siempre tuve un gran romance con la vida, aunque como toda relación tiene sus puntos de maduración e inflexión. Fue una experiencia, la de ver más de cerca la finitud del ser. Hay infinidad de libros, películas, conferencias, etc, acerca de qué pasa cuando uno muere, lo único cierto es que sus protagonistas nunca asisten al estreno. Aún estoy de este lado del mostrador y seguir trabajando en la mejor versión de mí, es el verdadero enfoque.
La pandemia crees que nos ayudará a cambiar el ritmo de vida ¿o una vez que esté la vacuna, el mundo seguirá con su proceso autodestructivo?
El mundo de este último siglo venía hablando sin respirar. Esta pausa nos dejó sin dudas una capacidad de oír, de sentir y con suerte entender, que lo único positivo de correr es que te vas primero. La vacuna con suerte llegará, aunque la de la estupidez humana es una cepa auto-inmune.
Hasta hace poco, gracias a las vanidades que nos tientan desde las redes sociales, pensé en encarar una vida como modelo (obvio que es un chascarrillo para introducir esta pregunta), hasta que leí una afirmación de Ansel Adams… Quien cierta vez dijo que hay siempre dos personas en cada cuadro: el fotógrafo y el espectador… ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Sin dudas Ansel Adams y usted tienen un punto en común. Cuenta la leyenda que Ansel tenía el diario del lunes en materia fotográfica y se sirvió de un tal Seba Chacón para escribirlo. Hoy permanecen los dos en un cuadro que aún no pudo ser colgado, porque no hay pared que lo merezca.
¿Cómo llegaste a la fotografía y por qué no te fuiste más?
En este caso la fotografía llegó a mí. Siempre pensé que fui fotógrafo mucho antes de serlo. Recuerdo de chico meterme al mar y atesorar momentos dentro de una olita bajo la atenta mirada de mi mama. Luego empecé a surfear y la ecuación fue binaria. El hecho de irme sería imposible, disfruto el ejercicio de plasmar con imágenes en la retina, si logro capturarlas con la cámara es aún mejor, pero no modifica mi incansable proceso de búsqueda.
Con tanta exposición de imágenes que uno recibe todo el tiempo, ¿sentís que la gente tiene el ojo más entrenado o todo lo contrario?
La gente necesita contar lo que siente, lo que le pasa y más aún hacerlo en tiempo real. Lo que se entrena es la capacidad de contar lo que quisiéramos ser bajo el poder de un filtro y un lindo termo Stanley.
¿Cuál fue tu mejor momento sacando fotos dentro del mar?
En Mentawai, un point llamado Good Times. Habia tenido el sueño desde que veía en la revista española 360ª fotos de Indonesia. Sin dudas mi mejor experiencia.
¿Y el peor?
Por suerte no he tenido grandes contratiempos, si he tragado agua y salido del mar más de una vez mareado por algún revolcón, pero es parte del folklore.
¿En qué situaciones te gustaría volverte invisible?
En una heladeria.
¿Qué cosas siguen manteniendo a Necochea tan Necochea?
Sin dudas por sus cualidades naturales. Es una ciudad bendecida desde lo natural y mal vestida por la política de los últimos 40 años.
¿El 2020 según Canty Ramos? (tenga en cuenta que no ha terminado y el chiste podría ser peor).
Un año para recordar que debe ser olvidado.