Foto: Emiliano Gatica
Carta del presidente de ISA, Fernando Aguerre
El día 20 de junio, celebramos el surfing. Celebramos algo que realmente amamos y disfrutamos. Pero, como en cualquier amor verdadero, el nuestro por el deporte debe ser demostrado cada día. Tenemos que tomarnos el tiempo de disfrutar las olas y las playas, pero también debemos ser defensores de la salud e integridad del océano, para que así también éste pueda tener una vida larga y saludable.
Por miles de años los seres humanos vimos el océano como algo interminable y eterno, como símbolo de algo indestructible. Pero hoy en día tenemos un mejor entendimiento de que las cosas no son así. Es muy grande pero también muy frágil.
Durante miles de años lo hemos destruido y contaminado y por lo tanto acortamos su vida saludable. Las últimas décadas han sido especialmente destructivas. Como decía Jacques Cousteau: “Es muy posible que nuestra generación vea al océano convertirse en un cuerpo de agua vacío y contaminado…”. Con la salvedad de que hagamos algo y cambiemos nuestra relación con él.
Los surfistas tenemos la fortuna de ser uno de los grupos humanos que pueden disfrutar del océano al máximo y que menos lo destruyen, pero nosotros también somos parte del problema –especialmente si permitimos su degradación y polución de la manera que sea. Depende de nosotros el educarnos sobre cómo ser parte de la solución en lugar de seguir siendo parte del problema. Éste proceso comienza en nuestra casa, con nuestros grifos goteando, baños rotos, autos que gotean aceite o grasa, el gasto de agua de nuestros lavarropas, o lo que sea. Recuerda que la mayor parte de las cosas que vemos en las calles eventualmente terminan en el océano. Esto significa que adonde sea que vayamos, de la escuela a la oficina, en el sector público o privado, hay algo que podemos hacer. Una forma más moderada y menos egoísta de usar a la naturaleza significa simplemente que más naturaleza estará disponible para más personas por mayor tiempo.
Es el agua, incluyendo la del océano, lo que hace la más grande diferencia entre nuestro planeta y el resto del sistema solar. Es la razón por la que hay vida aquí. Es el porqué que hace a nuestro planeta tan especial. Deberíamos demostrar nuestro verdadero amor a éste mundo por medio del cuidado, la preservación y la prevención de que los océanos sigan siendo víctimas silenciosas. Seamos todos guardianes del océano. Eduquémonos todos sobre el océano. Seamos amantes de su salud. Pero especialmente, usémoslo de las maneras que honran su existencia. Depende de nosotros. El océano nos dio vida. Ahora es el momento de asegurarnos de que su vida siga siendo buena.
Muchas gracias,
Fernando Aguerre
Presidente
International Surfing Association