Por Sebastián Chacón
Fotos: Pablo Franco
En pocas horas comenzará el Surf City El Salvador ISA World Surfing Games, el primer mundial en la era de la pospandemia y el último para aquellos 12 que sueñan con llegar a los primeros Juegos Olímpicos sobre una tabla de surf.
Las olas de La Bocana y el Sunzal pondrán en el centro de la escena a los más bravos surfistas, esos que quedan de la línea del WCT para este lado, y que se las verán con varios de los habitantes de la burbuja (Medina, Ferreira, Fioravanti, Caroline Marks, Carissa Moore, por citar algunos). Las predicciones son realmente buenas, y sin dudas quien no esté a la altura de las circunstancias, deberá estar preparado para un repechaje extenuante, donde todo lo que pueda ir cayendo del cuadro principal no hará más que encarnizar cada uno de los heats.
Lele Usuna, Nacho Gundesen, Santiago Muñiz, Lucía Indurain, Josefina Ané y Ornella Pellizzari son los 6 argentinos que más que nadie merecen estar vestidos de celeste y blanco en El Salvador. Contando los minutos, aprovechando las últimas horas para testear tablas y olas, poniendo en perspectiva todo el camino recorrido hasta hoy, ahí están, esperando por el domingo para salir al ruedo en busca de sus primeros anillos olímpicos.
El tiempo se acabó. Tan solo 12 tickets quedan disponibles en el último tren a Tokio y de nada vale estirar la mano en la ventanilla. En el mar se escribirá la historia, y esta vez todo lo escrito y hablado servirá de poco, por no decir de nada. Atrás quedan las glorias y los laureles del ayer. Las magníficas crónicas de la prensa detrás de tal o cual surfista, pasarán a ser material de descarte a partir de El Salvador. ¿Por qué? Porque el hambre suele ser un implacable medio de transporte, y sin duda alguna, la historia del deporte estaría incompleta sin capítulos de mujeres y hombres hambrientos.
Éxitos equipo, que el surf y el hambre los lleve tan lejos como Tokio se ve desde Mar del Plata.