De las primeras ideas a la última tecnología aplicada al shape han pasado muchas cosas, aquí una charla con  Matías “UVA” Crego que nos sirve para reseñar el camino que realizaron estas máquinas hasta instalarse en la industria del Surf.

“Las máquinas no son de hoy, desde hace tiempo que existen y Luciano Leao fue el que inventó el DSD, que es un CNC con un router y una punta que corta y que se usa para miles de cosas, muebles, autos y piezas de millones de cosas. Lo que sí hizo Leao fue desarrollar el software para diseñar tablas de surf. Después los americanos inventaron otras máquinas, básicamente hacían el 70 o 75 por ciento del shape, servían para pre-shapear…Después de eso tenías que prender la planer  y hacer el resto, plantillar la cola, los bordes y demás detalles, te ayudaba para ahorrar media hora de trabajo. Recién en el 2001 o 2002 aparecieron los australianos con un sistema nuevo de corte que revolucionó realmente el mundo de las máquinas, tenía otra forma de colocar el foam, del corte, del movimento de la máquina y el software era realmente aplicable y abierto a la cabeza de un surfista. De ir tanto a Hawaii y a California fui viendo las terminaciones de las tablas hechas a máquina, algo que te ayuda a poder desarrollar un catálogo en serio, a mano lo podés hacer pero es mucho más difícil, con la máquina el margen de error es ínfimo. Diez años después tenemos la misma máquina mucho más desarrollada, al punto tal que te saca el 95% de la tabla, de ahí una pequeña lija y al glaseado.

¿Cuánto tiempo te llevó hacerte a la idea de operar una máquina y dejar el trabajo manual de lado?

Las máquinas existen prácticamente desde que empecé a shapear allá por principios de los 90, siempre lo tuve en la cabeza pero lo veía como algo lejano. El deporte empezó a crecer en Argentina gracias a las marcas y la moda, después empezó a crecer el deporte en sí que es la tabla y la ola, empezó la demanda y en Argentina hay demasiados shapers para la cantidad de surfers que hay…Pero la industria estaba para pegar un salto más, tengamos en cuenta que en Mar del Plata tenemos una fábrica de foams muy buenos, yo estaba viajando y trayendo herramientas y materiales, y la máquina fue un proceso natural de la evolución. En Hawaii la pude probar y ahí no me quedaron dudas de que era la próxima herramienta para mi trabajo, el trabajo manual de años fue muy importante.

¿Cómo fue la primera vez sentado al comando de la máquina?

Me sentí mareado, estuve dos meses probando con ellos allá, después en el North Shore estuve probando una máquina con mis shapes…Al principio te enloquecés un poco porque es un campo nuevo en el que nunca pensaste que ibas a estar…Tantos números y medidas te asusta al principio, ahora ya la máquina no me gana, sé lo que quiero y cómo hacerlo.

Siempre estuve abierto a la experimentación, hace más de 15 años que me dedico a esto y fue un aprendizaje muy profundo…Días y días abocado al shape, sin hacer otra más que surfear.

¿Alguna vez imaginaste la actualidad del surf en Argentina?

No, nunca. La verdad que el surf explotó y se fue dando de a poco, y cuando te vas enfocando después de unos viajes te das cuenta que no podés trabajar de otra cosa, esto es una forma y un estilo de vida que no querés que te lo cambie nadie…No querés tener un trabajo que te digan “Te podés ir de vacaciones de tal a tal fecha…” O estar encerrado en un lugar y el mar está buenazo y no podés ir…Disfrutar del trabajo que estás haciendo es raro, más si tu otro trabajo es probar las tablas que hacés… Nunca terminás de caer, asumí que es mi trabajo e invertí en viajes y herramientas… Tela, resina y foam… Tela, resina y foam durante quince años. Siempre enfocado en las tablas.

¿Cómo hiciste para mantenerte ajeno a la periferia de las tablas?

Muchas marcas se volcaron a hacer otras cosas, acá en Argentina casi todas las marcas tienen esa periferia armada, pero al estar enfocado en el shape no perdí tiempo en otras cosas. El apoyo de mi familia fue fundamental, siempre me apoyaron…Trabajé con mi familia en el negocio familiar y duré muy poco. La típica historia de acá era terminar la secundaria, estudiar y trabajar…Y hoy ves un montón de tipos con título que no laburan de lo que estudiaron, no tienen su casa, no pudieron formar una familia y terminaron laburando de cualquier otra cosa. Es un trabajo raro, pero si tus viejos te ven feliz no te tienen que por qué cerrar las puertas. Cuando era chico siempre desarmaba todo y a veces lograba armar lo que desarmaba…

Fotos: Tomás Terrizano y Surfpress.