COSA DE SHAPERS: LA ODISEA DE LILA

Algunas historias están escritas hace tiempo, mucho antes de que sus protagonistas sepan el papel que les tocará encarnar. Todo nace en el silencioso hacer de las influencias cercanas, esas que sin saberlo van tallando de manera profunda y acercándonos a esas cosas que la vida nos tiene preparadas y de las que difícilmente podremos escapar.

Esta es una historia que empezó a gestarse hace décadas, entre herramientas, espumas, resinas y especialmente en el profundo respeto por el arte de la fabricación de tablas. Todo eso que pasaba por la cabeza de Renato Tiribelli y que lograba descifrar con sus manos, fue captando la atención de su sobrina.

Lila Colacci creció en un ambiente donde el aire estaba impregnado de surf. El tiempo hizo lo suyo y el traje de shaper le calzó a la perfección. Hoy al frente de Odisea, se abre paso en el arte del handshape, manteniendo viva la mística y tradición familiar dentro del taller de ese ser único e irrepetible, el gran Rena.

Presentado por FREELIFE | Por Sebastián Chacón

¿Cuáles son los primeros recuerdos que tenés de ver a Rena en el  shaperoom? 

Antes de que yo naciera Rena ya fabricaba tablas. Siempre vivió al lado y su taller estaba (y sigue estando) en el parque de casa… Lo recuerdo como algo  muy cotidiano, él con su olor característico a resina en sus sweaters. De niña, escuchaba las máquinas y me iba a espiarlo. En ese momento no tenía noción de en qué estaba laburando pero claramente me intrigaba.  

Recuerdo tocar las matrices calentitas con las que hacía el foam. El ruido de la  cadena con las que las abría…Recuerdo verlo pegar las almas, él ahí sentado  sobre el foam atando con tiras de caucho, con sus jeans y sus zapatillas todas  pegoteadas.  

Verlo shapear era algo tan especial y tan en su mundo que yo me quedaba ahí sin decir nada, mirando como se transformaba la tabla. Y de repente, de la  nada hacía algo gracioso para llamar mi atención. 

¿En qué momento te diste cuenta que el foam te estaba llamando y que la  sala de shape se transformaría en uno de tus lugares en el mundo? 

Siento que siempre me llamó, sólo que no hacía el click.  

Estudié Diseño Industrial, me recibí con un proyecto relacionado al surf. Empecé a trabajar y a emprender de otras cosas por mi cuenta. Intentaba mil  proyectos pero sentía que había algo más para mi. Ahí empecé a hacerle más  caso a mi intuición. Ya venía soñando con verme en la sala y poder shapear juntos. A él le gustaba hacerme parte mostrándome alguna tabla terminada o dándole una mano en lo que necesitase (sacando fotos, ayudándolo con algún diseño… algo en la compu).

Uno de mis primeros acercamientos hacia el foam y la resina fue cuando hicimos juntos unos handboards que tenía en mente. Fue un proceso que me  abrió aún más los ojos. 

En un viaje a Perú pude conectar mucho más con el surf y las tablas, ya tenía  mi 7 pies Renato. 

Fue ahí mismo donde aproveché y me compré una máscara para shapear. A la vuelta hablé con Rena y al toque me llevó al puerto para que comprara mis primeros dos foams.  

¿Se puede ser una shaper sin manejar cierto nivel de obsesión con la tarea? 

En la sala me gusta hacer lo mejor que pueda e intento enfocar toda la energía ahí. Si, se puede manejar la obsesión. A veces las cosas no salen como uno  quiere pero es parte del aprendizaje. Siempre va a haber otra tabla por hacer para tener esa revancha. 

¿Qué cosas guarda en silencio una tabla de surf? 

Guarda horas de dedicación, historia y emociones. Guarda una tabla pasada que fue prueba y error para avanzar a la siguiente. Guarda muchas aventuras,  perseverancia, caídas y victorias. Momentos de alegría y satisfacción. 

 

¿En qué tipo de tablas te sentís más cómoda metiendo mano y vuelo? 

Por ahora me siento cómoda shapeando shortboards en general pero  realmente me inspira el surfing clásico y las tablas retro. Siempre me parecieron hermosas dentro y fuera del agua.  

Me motiva estar en los detalles como las fish tail, los channels, los wings… me  gusta lo complejo (risas).  

¿Cómo llegás al surf y qué tan necesario es para tu vida? 

Hasta que no lo experimenté realmente no sabía qué te hacía sentir y lo increíble que era. Sólo lo practicaba muy de vez en cuando, en verano y con poco compromiso.  

El surf llegó más tarde con los viajes, donde en el Pacifico agarre esas primeras  olas que no olvidas. 

Es necesario, me pone en equilibrio. Recarga mi energía. Me hace sentir en otro  mundo. Me hace feliz. Es un estado de bienestar, me da más confianza y seguridad. Y ni hablar que te superas ola tras ola. 

Pasar más tiempo en el mar también es necesario porque me forma como shaper.

¿Qué cosas aprecias y destacas de la persona que te encarga una tabla? 

El hecho de hacerse una tabla artesanal y personalizada, ya habla mucho del  cliente. Valoro que me den ese poder y confianza. También aprecio que así se  le de apoyo a la industria nacional y local. 

Es importante que sean sinceros conmigo y con ellos mismos en cuánto a lo que necesitan, ya que es determinante en el diseño de su tabla ideal. Me parece súper importante para mi desarrollo como shaper, en lo posible,  tener un feedback luego de que prueben la tabla…  

¿En qué se está convirtiendo el surf? 

Claramente se está diversificando cada vez más. Siempre va a adaptarse a las  nuevas tendencias y gustos. Ya mutó hacia lo alternativo en cuánto a procesos y métodos de fabricación de tablas.  

Ahora, al mismo tiempo que ya hay piletas de olas, también está renaciendo aún más lo clásico, las tablas retro, los fishes, las twins, etc.  Pero siento que con tanto “boom” de contenido, experiencias, etc, el surf se  encamina hacia lo artificial, con menos sorpresa y menos mística. Como en  todo, lo mejor sería un equilibrio.

Afortunadamente hay cada vez más chicas surfeando… Sería genial que cada  vez más mujeres se animasen a shapear… ¿Qué crees que falta para que esto  pase? 

Si, me encanta ver cada vez más chicas en el agua. Siento que renuevan el surf e inspiran a otras mujeres a sumarse. Las influencers del mundo real. Creo que el cambio ya se dió, ese tabú de que sólo los hombres puedan hacer  ciertos trabajos o actividades. Sólo hace falta tiempo, más conocimiento y  divulgación de los procesos de fabricación. Al fin y al cabo es un oficio más.  

Una shaper tiene la difícil tarea de leer lo que determinada persona tiene en  mente y pretende de un bloque de espuma que pronto tomará forma de tabla…  ¿En qué momento sentís que tenés toda la información necesaria para ponerte manos a la obra? 

Después de esa importante charla con el cliente, me gusta meterme de lleno a revisar y chequear info que hizo Rena. También charlo con Nico Daleo buscando  opinión. Si siento que lo necesito, estudio alguna tabla hecha por Renato o quizá alguna otra que me de una imagen de lo que busco. 

Dibujo sobre el foam algunas plantillas, voy probando y mirando hasta quedar conforme. Sigo mi intuición, agarro impulso y empiezo.  

¿Cuál fue la primera tabla que hiciste? 

La primera fue un shortboard 6’1″. Esa primera tabla fue toda emoción. Nos metimos a la sala junto con Nico, después de que Rena se fuera… Pude concretar un sueño y esa tabla  pendiente que nunca había terminado. Fue en muchos sentidos un homenaje personal hacia mi tío. Lleva uno de sus clásicos carteles.  

¿Cuál fue la última? 

Hice mi versión de una Twin Fin 5’7″ que tiene mi novio hecha por Rena en el 2020. Hermosa tabla.  

¿Cómo definirías el legado de Renato en tu vida y en el mundo del surf de  Argentina? 

Rena fue valioso, clave e irrepetible. Dejó un legado grandísimo que inspiró y  sigue inspirando a shapers y a surfistas. Acercó el futuro. Llevó lo artesanal a  otro nivel. Puso el ojo y la pasión donde sentía que había que hacerlo. Su compromiso y conocimiento no fue sólo para sus tablas sino para toda la  industria.  

En mi vida fue una de esas personas que definieron mi camino y formación…  Dejó abierta mi curiosidad hacia la construcción de tablas. Todo un mundo por explorar. 

¿Quiénes son esos shapers que admiras? 

A Renato lo admiro de corazón, su trayectoria y pasión por las tablas. Después podría nombrar a algunos pero en general me inspira ver a las 

leyendas y maestros del handshape internacional.  

¿Quién es Lila Colacci? 

Soy una persona curiosa, ingeniosa y bastante observadora. Rara vez no estoy imaginando o pensando qué producir o crear. Hacer con las manos es mi cable a tierra o más bien donde siento más libertad, es la forma en la que mejor me  expreso. Naturalmente soy paciente y un poco perfeccionista pero no al punto insoportable. 

Me cuesta salir de mi zona de confort y fluir más pero en donde me aventuro es donde más satisfacción tengo. Me gusta guiarme por la intuición.

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