Fotos: Caleb Bjergfelt
Taylor Knox nació el 15 de mayo de 1971 en Thousand Oaks, California (Estados Unidos), y sus primeras sesiones fueron a los ocho años mientras alternaba con largas horas de skate. A los quince años fue operado por una lesión en una vértebra lumbar, souvenir de sus años de skater. Con esas credenciales, nadie apostó demasiado en su carrera.
Su regreso fue increíble, especialmente para una persona que estuvo seis meses sin meter los pies en el mar, en los World Amateur Championship realizados durante 1990 en Japón, integró el seleccionado nacional de Estados Unidos y terminó en la cuarta posición delante de un tal Kelly Slater.
El único título mundial, hasta el momento, lo obtuvo en los World Surfing Games de 1996 realizados en Huntington Beach, California.
Surfista de olas grandes, medianas y pequeñas, TK fue uno de los surfistas con mayor trayectoria en el tour ASP y supo ganarse el respeto de los Big Wave Riders al ganar el K2 Big Wave Challenge, que se disputó en Todos Santos en 1998, y que lo hizo acreedor de un cheque por U$S 50.000 gracias a una ola de apenas 52 pies.
En el Billabong Pipe Masters del 2012, Taylor Knox se encargó de ponerle punto final a su carrera de competidor tras 19 en la elite del Surfing mundial. Nunca ganó una fecha del tour mundial, claro que al ver su carrera este dato es quizás el menos importante, sobre todo cuando se toma dimensión de que se está hablando de una de las trayectorias más longevas en el Surfing de alta competencia.
La carrera de Taylor Knox tienen bastante de esas buenas historias que nos gusta leer y tener siempre a mano para demostrarnos que no existe nada más fuerte y poderoso que el espíritu del ser humano.