ANGEL SURFBOARDS: GÉNESIS DE UNA TRADICIÓN

Es imposible imaginar el punto cero de la rebeldía lejos de ese muchacho nacido en Tupelo. Eran tiempos pretéritos. Solo existía Elvis. La juventud recién empezaba a gatear.

Mick Jagger & Keith Richards todavía no habían escrito ninguna canción. Gerry Lopez estaba lejos de imaginarse dentro de un shape room. Faltaba muchísimo para que los australianos derribasen la puerta en el North Shore. El mundo era single fin.

Quince minutos antes de que todo estuviera por comenzar, Ángel “Tano” Antífora ya estaba ahí. Con su hermano Nino se dejó llevar por el destino y empezó una larga historia y tradición familiar que hoy sigue más viva que nunca.

Ángel Surfboards es la línea de tiempo del surf argentino. El encargado de mantenerla viva es Lito, quien heredó el oficio de su padre y sigue al frente de la fábrica de tablas más antigua del país.

Entre tabla y tabla, empezamos a desandar el camino. En este primer encuentro hacemos foco en la primera década de fabricación. Un rompecabezas armado en base a recuerdos y documentos familiares y que ahora encuentra en Lito a su narrador oficial.

El Tano Antífora en El Torreón.

¿Cómo fue la búsqueda del Tano para hacerse de las primeras ideas sobre la construcción de tablas?

El origen partió desde la iniciativa de los dos hermanos Nino & Ángel quienes fundarían N&A Surfboards un poquito más adelante.

Eran dos pibes 16 y 17 años. Ángel y Nino, watermans a pecho (risas) e iban al colegio industrial y tenían educación física en el piso de deportes (La Bristol). Ahí vieron surfear a dos estadounidenses que escapaban del conflicto de Vietnam y quedaron locos… ¿Qué estaban haciendo estos tipos?

Al poco tiempo y en la misma escuela un compañero de ellos, creo que se llamaba Omar Bollini, estaba construyendo, después de hora, con el permiso del profesor, una tabla de surf en base a un plano de la revista Mecánica Popular muy básico (en ese tiempo la escuela industrial contaba con el taller de construcciones navales) y por supuesto los chicos se sumaron al proyecto.

 

¿A qué playas solían ir a surfear?

La Popu, Las Toscas, Torreón y a veces La Perla. Era lo que tenían más cerca ya que había que cargar esas bestias de tabla de la época. Igual mi abuelo fue de gran ayuda, al haber sido uno de los primeros fleteros marplatenses, contaba con un camioncito que era el surfers bus del momento.

 

¿Dónde empezaron con Nino con los primeros shapes?

En la casa de mis abuelos: Falucho 3481, dirección histórica, comprabas una tabla y recibías clases de música de la mano de mi abuela (risas).

 

¿Qué referencias tenían allá por los primeros años 60?

Lo poco que se podía ver en alguna revista extranjera paracaidista o en alguna tabla importada. Pero más allá de eso, hubo mucha solidaridad entre los que se embarcaban en proyectos de surf. Pipo Muñoz por ejemplo, quien hizo las Pipo’s les dio una mano muy grande a mi viejo y el hermano en sus comienzos, fue un gran referente en la construcción de tablas.

Marcando su estilo en La Popular en 1967.

¿Cómo fue el proceso de búsqueda de esa vieja matriz que tenían en el taller hasta hace muy poco?

Cuando N&A comenzó full en 1965 ellos se espumaban sus propios foams. La tabla se hacía desde cero, cero. Esa constante experimentación le dio a mi viejo mucho conocimiento en cuanto a espumar foam. Sandi Errecaborde, otro gigante,  importó la materia prima de Clark Foam e hizo miles de foams y en la última instancia mi viejo que ya espumaba sus foams, le ofreció espumarle a él, quien hacía las Deer, compartiendo parte de la producción. Ahí nació el sarcófago que nos acompañó desde 1976 aproximadamente hasta el 2012.

El Tano, muy Gerry Lopez style, junto a la famosa matriz.

¿Qué te contó el Tano de aquellos días de surf en los 60’s marplatenses?

¡Uff pura magia! La costa era un nuevo universo, las distancias… infinitas, rompientes solitarias por dónde mires. Fueron quienes dieron nombre a muchos points. Mucha camaradería, surfistas tratando de encontrarse para poder compartir todo lo nuevo. ¡Alucinante!

 

¿Sabés cuántas tablas hacía por año durante los primeros años de la fábrica?

No recuerdo, pero fueron varios miles las N&A! Ellos enviaban a Buenos Aires a un local que se llamaba Proveeduría Deportiva y de ahí iban a Uruguay y hasta Brasil. Fueron las primeras tablas de toda una generación.

 

¿A qué otras cosas se dedicó Ángel hasta poder dedicarse de lleno a las tablas?

¡Las tablas fueron su oficio! No había terminado aún el secundario y ya estaba fabricando tablas. Después fue experimentando en paralelo otras cosas, hizo tablas de skate, palos de hockey, tuvo la emblemática Pizzería Neptuno. Parada fija de los sufistas a finales del 70.

En pizzería Neptuno.

¿Hasta cuándo estuvieron shapeando bajo la marca N&A?

Fue fugaz N&A desde 1965 hasta 1972 aproximadamente. Porque durante la transición mi viejo hizo unas N&A él solo y después fue poniendo Ángel/ Antífora Hermanos y así hasta que quedó Ángel Surfboards.

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