De aquel primer título que sirvió de párrafo inicial a una historia que parece no encontrar su epílogo, han pasado 20 años, dos décadas en donde pasó de todo y en las cuales el Surf americano logró equilibrar la pulseada ante la supremacía australiana que se venía imponiendo desde los primeros años de la ASP.
En 1992 el mundo era totalmente distinto, basta con hacer memoria para darse cuenta de los temas que ocupaban la atención del público por la incipiente década del 90. En Sudáfrica el casi 69 por ciento de los electores blancos respaldaban las reformas del presidente F. W. de Klerk para que incluyan la derogación de las leyes de discriminación racial, iniciando el desmantelamiento del Apartheid. En la ONU se aprobaba un convenio de prohibición universal de armas químicas (que recién entraría en vigor en 1997). En Estados Unidos, Bill Clinton sucedía a George W. Bush padre, lejos estaba de la famosa becaria que lo tuvo contra la cuerdas.
Ese mismo año REM publica Automatic for the People, Sonic Youth hace lo propio con Dirty, Beasty Boys sale al ruedo con Check your Head. Por estas pampas Los Brujos proponían un Fin de Semana Salvaje, Cerati se juntaba con Melero y de la mezcla salían Colores Santos, Fito Páez lejos estaba del asco a los porteños y bien cerca del Amor después del amor, Babasónicos ofrecía Pasto y Pappo Blues Local.
Fue también en ese mismo año 92 que Robert Kelly Slater se alzó con su primer título de campeón mundial, y así se convirtió en el segundo estadounidense en conseguir la máxima corona detrás del tricampeón Tom Curren. Quizás esa haya sido una de las últimas grandes novedades en el mundo del Surf competitivo, de ahí para acá, el reinado del hombre de La Florida opacó el nacimiento de posibles campeones. Al único que no pudo neutralizar fue a Andy Irons, el único capaz de mantener a raya al surfer más grande de todos los tiempos.
Más allá de la historia por demás conocida del 92 hasta acá, en algunos días Slater llegará al Billabong Pipe Masters con la chance de pelearle a Parko y Fanning el título de campeón 2012, nada mal para un tipo que todavía mantiene fresco y vivo el recuerdo de la primera vez en eso de andar pulverizando records.
20 años del primer título de Kelly Slater, y es sabido que el tiempo está de su lado.