TXT: Hans Firbas
Fotos: Renzo Giraldo
El tablista peruano Gabriel Villarán nos sorprendió una vez más. Anteriormente lo hemos visto correr olas gigantescas y también ganar los ISA World Surfing Games junto al equipo peruano. Pero esta vez logró una nueva hazaña. Hace unos días, Gabriel viajó al pueblo de Cusipata en Cusco, en donde gracias al apoyo del reconocido kayaker Leonardo Gonzáles, logró surfear las olas del río Vilcanota, formadas por piedras y la corriente del río.
Gabriel Villarán siempre está en busca de nuevas aventuras en el agua. Esta vez el talentoso tablista decidió probar un nuevo tipo de ola. Luego de ver un video en donde algunos surfers corrían olas en un río en África, Gabriel sabía que podía encontrar este tipo de olas en los ríos del Perú y que además sería capaz de surfearlas tal como lo hace en el mar, a pesar que ambas olas son bastante distintas. Mientras la ola de mar avanza y tienen más secciones, la del río es estática y se puede estudiar antes de entrar, pero también es bastante peligrosa por las piedras y porque te jala corriente abajo.
Su compañero y guía en esta aventura fue el kayaker Leo Gonzales, quien es un gran conocedor de los ríos en el Perú y orientó a Gabriel para buscar la ola indicada, encargándose de que esta aventura sea positiva. “El río Vilcanota en Cusco es fuerte, continuo y jala mucho. Teníamos que asegurarnos que Gabriel y el resto del equipo esté a salvo. Por eso buscamos una ola con las condiciones necesarias: que sea una ola buena y segura y con un remanso grande, para que Gabriel pueda salir a la orilla del río y regresar,” explica Leo.
Ambos deportistas viajaron a Cusco la semana pasada para hacer realidad este proyecto. Ellos se hospedaron en Casacusi, cerca al pueblo de Cusipata a orillas del río Vilcanota. Cada uno de los cuatro días que duró esta aventura, se dedicaron a hacer expediciones por el río buscando las olas adecuadas. El segundo día encontraron una ola pequeña, pero con buena forma y fue perfecta para practicar.
La técnica “tow in” creado por Leonardo permitió que Gabriel entrase al río con toda seguridad. Con un sistema de cuerdas atadas a una piedra y a un juego de poleas, Leo logró colocar a Gabriel en la ola estática. “La parte más complicada era soltar a Gabriel en el lugar perfecto sin crear mucha tensión en sus brazos. Algo complicado debido a la fuerza del río,” comenta Leo. Ese día fue importante, pero Gabriel no estaba totalmente satisfecho al no poder surfear la ola sin la ayuda de la cuerda, “no tenía suficiente velocidad,” comenta.
Días después, el río creció (contra toda predicción) y Gabriel fue a ver otra ola. Pensó que ésta no serviría debido al alto nivel del agua, pero al verla se dio cuenta que era la ola que había estado buscando. A pesar de tener los brazos adoloridos por el “tow in” y de un cansancio generalizado, el surfer supo que esta era su oportunidad de demostrar que también se puede surfear un río en la sierra peruana.
El agua estaba más densa y el escenario se veía un poco más difícil que días atrás. Al principio tanto Leo como Gabriel entraron al río utilizando la soga, pero pronto el tablista decidió soltarse, remar por el caudal hasta la ola y subirse a ella, tal y como lo hace en el mar y como lo había visto en las imágenes de aquel río en África. “Todo funcionó a la perfección y fue muy divertido. Hice algunas maniobras y corrí la ola un buen rato, todo salió muy bien y fue toda una aventura. Agradezco a Leo, porque sin él y sus conocimientos sobre los ríos en el Perú esto no hubiese sido posible,” finalizó Gabriel luego de su hazaña.