“Dont’ talk- keep it in your heart”. – Duke Kahanamoku.
Algunas reflexiones sobre el Día Internacional del Surf
Por Sebastián Chacón
Como todos los terceros sábados de junio, el mundo celebra el Día Internacional del Surf, una noble fecha para reflexionar sobre la importancia de nuestra cultura y su ascendencia.
Jornadas de limpieza en distintas playas del mundo, charlas de concientización sobre el cuidado de los océanos y por supuesto, acciones de marketing para traccionar potenciales clientes, dadores de likes, followers y entusiastas de todo tipo, terminan de sacar brillo a una jornada global imponente.
Argentina no es la excepción y es parte de esta movida que pone al Surf en el centro de la escena. Aunque a decir verdad, se pone bajo la lupa al surf como cosa caliente, impulsora de modas y como refugio de nuevos generadores de contenido. Usualmente, estos últimos son los encargados de hacer llegar a todos los rincones de las redes sociales, esta nueva vida que los encuentra como verdaderos Indianas Jones de una fantástica aventura, donde el olor a Sticky Bumps le gana al Christian Dior que descansa en el cajón de los perfumes.
Sería genial que dentro de este marco se revalorice el trabajo de muchas personas, que en silencio pero sin pausa, cimentaron las bases de una cultura que guarda un sinfín de tesoros, todavía al alcance de las nuevas generaciones.
Mientras un nuevo influencer planifica sus contenidos, las olas siguen rompiendo como siempre, esperando que alguien decida tener su propio día del surf. Sin mayores pretensiones. Al menos, eso nos quiso decir el Duke Kahanmoku con esa frase que abre este artículo.
Surf, que tengas un feliz día… No se lo contaremos a nadie.
¿Y vos?
