Todo lo que tiene que tener un viaje de surf y más; de eso se trató el viaje de 5 surfistas y casi 5mil kilómetros recorridos por Argentina.
Son las 7 de la mañana del 24 de Mayo, aeropuerto de Mar del Plata, llega Jessi, la última integrante del equipo que comienza viaje dirección Sur. Unos kilómetros recorridos para usar Miramar como base de despegue, donde cargamos el equipaje con espacio milimétrico para salir hacia nuestro primer destino: Calromecó.
En Miramar nos presentamos todos, a partir de este momento somos un equipo. 5 surfistas, los chicos de producción, las tablas, las valijas y 2 camionetas.
A eso de las 10am estamos listos arriba de los autos para pisar el acelerador, una foto que inmortalice lo que se viene y arrancamos.
No queda otra, se vienen muchas horas de viaje por delante los próximos 12 días, asique el principio siempre trae un poco de ansiedad, adrenalina y nervios. Vamos a recorrer muchos pueblos y conocer muchos nuevos amigos por toda la costa Argentina. Con los primeros kilómetros se consolida el team.
Casi tres horas de viaje hasta el municipio de Tres Arroyos, bajamos el equipaje y salimos desesperados a buscar las olas. Son como las 4pm y no nos queda mucha luz, asique aunque las condiciones no son excelentes elegimos nuestro primer beachbreak del viaje. Una olita de 2 pies, con viento de tierra y un sol en la espalda. Hasta ahí todo bien. Vamos al agua, todos motivados con nuestra primer metida del viaje. Surf divertido. Pasan los minutos de a poco, y el sol baja, y los colores se van poniendo cada vez mas lindos. La cuestión es que desde adentro del agua, vivimos un atardecer increíble, con colores impresionantes, y esa sería nuestra primer conexión fuerte. Entre nosotros y con la geografía.
Noche en Dunamar y a la mañana siguiente arrancamos viaje a Hilario Ascasubi, nuestra segunda parada del trip. Ahí queríamos revisar una olas que era muy difícil de acceder. Pero con un poco de ayuda de los locales, pudimos dar con el gran ¨Coco Parra¨, encargado de la estancia que da justo frente al lugar que buscábamos. Varias horas de viaje en el barro nos hicieron conocer a uno de los que sería de los mejores personajes del camino. El Coco Parra va a quedar en nuestras retinas por un tiempo, nos hizo pasarla genial y conocer otro ámbito distinto a todo lo que esperábamos.
A la mañana siguiente seguimos viaje hacia el Balneario El Cóndor, próximo destino. Ya con bastantes ansias porque hacía casi 2 días que no nos metíamos al mar. Asique directo a ver las olas, nos recibieron espectacular y nos acompañaron Galdi y Juan Cruz a ver su ola local: El Espigón. Y ¨El Espi¨ se portó bien!! Surfeamos un beachbreak de 1mts con viento de tierra y unos picos divertidos, especial para calmar las ansias y seguir entrando en calor. Por la tarde probamos otra bajada, un poco mas cerca del balneario, y también resultó muy divertida. Río Negro nos abrazaba con sus acantilados y arcoíris, y nos brindaba olas, como esperábamos.
Llegó la hora de dejar atrás El Cóndor, por la Ruta provincial Nº1, dirección Bahía Creek. Esta ruta va bordeando toda la costa, y de cuando en cuando podíamos ver el mar y sus condiciones, hasta que en una de las bajadas de pescadores, nos asomamos. Y la visión que tuvimos fue concreta: unas líneas llegando a la costa, con marea baja y piedras expuestas. Decidimos pasar la tarde y surfear relajados. También un poco de pesca, junto con los locales que estaban probando suerte. Pasamos una tarde increíble, compartiendo historias y surfeando una olas que probablemente no se había surfeado nunca.
Ya casi de noche volvimos a las camionetas para seguir viaje, teníamos unas 3 horas de manejo hasta Sierra Grande, donde pasaríamos la noche.
El swell bajó, asique decidimos ir a Península de Valdez, en busca de la fauna autóctona y conocer ya que la mayoría de los viajeros nunca habían ido. Llegamos cerca del mediodía a Puerto Pirámides, y conocimos el pueblo y La Lobería, ahí muy cerca. La paz y energía que transmiten estos lugares, no se puede ver en las imágenes, se sienten muy fuerte caminando las costas y miradores del lugar. La idea era salir la mañana siguiente para Punta Norte, donde podríamos ver muchos mas animales justo donde la península norte se conecta con el Océano Atlántico. No tuvimos suerte con los animales, pero el lugar es imponente.
Tarde de manejo de vuelta a Sierra Grande, ya que el swell de la mañana siguiente indicaba unas olas por la zona de Playas Doradas, de vuelta en Río Negro.
Temprano en la mañana salimos viaje hacia la costa, junto con Fabio, nuestro acompañante local. Recorrimos varios reefs hasta llegar a un lugar como ningún otro. Una fábrica China de extracción de metales que en su apogeo supo ser importante, y hoy trabaja al 25% de su capacidad, por lo que parece dejada y con poca actividad. Da la sensación de abandonada. En ese lugar, un muelle de 200mts adentro del mar, unos edificios castigados por el viento y salitre patagónico; y para sumar a esto un clima súper hostil de mucho viento y frio intenso. Pero una izquierda muy linda y perfecta rodando frente a nosotros. Asique: al agua! No importa nada cuando el mar entrega condiciones. Surfeamos como 2 horas solos en otra ola que probablemente nunca se haya surfeado. Un par de intentos de los guardias de la fábrica por echarnos, no fueron suficientes. Disfrutamos una larga metida con buenas olas en una locación única. Un asadito en una casa abandonada y de vuelta a las camionetas rumbo sur. Nuestro próximo destino: Playa Unión.
Llegamos por la noche a Rawson, nos instalamos y a dormir temprano, a la mañana siguiente saldríamos para nuestro destino final en Chubut. Y con un swell muy prometedor para cerrar el viaje. Ansiedad pura.
Son las 6am y comenzamos viaje por camino de ripio y tierra, después de mucha lluvia. Son casi 3 horas de manejo hasta donde pasaríamos las siguientes 2 noches. Y las noches finales del viaje. Pero a nadie le da miedo ni le importa hacer casi 60kmts sobre barro espeso, nuestro destino son derechas de calidad internacional. Y llegamos al Cabo para ver unas olas perfectas, grandes y lineales; tal como imaginábamos. También nos encontramos con los locales, entre otros Juli Iturralde y Salva Valdez, dos destacados surfistas de Playa Unión.
Siguieron 3 días de olas perfectas, mucho surf en distintas condiciones y hasta un día completo de sol y energía, que fueron pocos durante el viaje.
Qué manera de cerrar el trip! Disfrute y goce total, distintos países, distintos niveles pero unidos e igualados adentro del agua. Compartir este nivel de olas con todo el equipo fue la mejor manera de terminar esta aventura de recorrer toda la costa nacional. Tanto dentro como fuera del agua, el viaje fue un éxito: descubrimos olas, paisajes, amigos, historias y nos quedan recuerdos que seguramente nunca olvidaremos.
De eso se trató ¨5 Olas¨: descubrir.
De eso se trata la vida.
El surf es vida.
onr un viaje por las costas de Argentina, pod
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5 Olas es una realización de Real Comunicación.
Con el apoyo de la ¨Corona, Jeep y O´Neill¨.
Agradecimientos:
A Pablo Ledesma de Tres Arroyos; a Jaqueline Goenaga, Javier Steinke y Fabricio Davicino de Villarino; a Cristian Calvo, Galdi Toledo y Juan Cruz Baizan de Viedma; a Carina García y Fabio Calivar de Sierra Grande; y a Graciela José y Laura Arca de Playa Unión.